Incontinencia fecal

DESCRIPCIÓN

Es la pérdida del control de las evacuaciones que da como resultado el paso involuntario de las heces. Esto puede ir desde una pequeña filtración ocasional de heces con el paso de gases hasta una pérdida completa del control de las deposiciones.

Consideraciones generales

Entre las personas mayores de 65 años, la mayoría de los sondeos encuentran que las mujeres experimentan incontinencia intestinal con mayor frecuencia que los hombres. De una a tres de cada 1,000 mujeres informan sobre pérdida del control de las evacuaciones al menos una vez por mes.

Para retener las heces y mantener la continencia, el recto, el ano, los músculos pélvicos y el sistema nervioso deben funcionar normalmente. Además, uno tiene que tener la capacidad física y mental de reconocer y responder a las ganas de defecar.


SÍNTOMAS

  • Estreñimiento crónico que hace que los músculos del ano y los intestinos se estiren y se debiliten, llevando a que se presente diarrea y escape de heces
  • Consumo crónico de laxantes
  • Colectomía o cirugía del intestino
  • Disminución de la conciencia de la sensación de llenura rectal
  • Problemas emocionales
  • Cirugía ginecológica, prostática o rectal
  • Lesión en los músculos del esfínter anal debido al parto (en las mujeres)
  • Daño nervioso o muscular (a raíz de traumatismo, tumor o radiación)
  • Diarrea intensa que supera la capacidad de controlar el paso de las heces
  • Hemorroides o prolapso rectal graves
  • Estrés por un ambiente desconocido

  • TRATAMIENTO

    La incontinencia no es una situación irremediable. El tratamiento apropiado puede ayudar a la mayoría de las personas y puede a menudo eliminar el problema.

    El tratamiento de la incontinencia intestinal debe comenzar con la identificación de la causa. Hay algunas formas de fortalecer los músculos pélvicos y anales y de estimular la función intestinal normal.

    La retención fecal generalmente es causada por estreñimiento crónico. Esto lleva a que se presente una masa de heces que bloquea parcialmente el intestino grueso. Si el estreñimiento o la retención fecal contribuyen a la incontinencia intestinal, por lo general, los laxantes y los enemas son de poca ayuda. Tal vez se necesite introducir uno o dos dedos en el recto y romper la masa en fragmentos más pequeños que puedan salir más fácilmente.

    Tome medidas para evitar futuras retenciones fecales. Agregue fibra a la alimentación para ayudar a formar heces normales. Utilice otros medicamentos. Además, tome muchos líquidos y haga suficiente ejercicio para mejorar la consistencia normal de las heces.

    Dieta

    La incontinencia intestinal a menudo se presenta debido a que el esfínter rectal es menos capaz de manejar grandes cantidades de heces líquidas. Con frecuencia, el simple hecho de cambiar la dieta puede reducir la aparición de este tipo de incontinencia.

    Elimine el consumo de alcohol y de cafeína de la dieta, debido a que pueden causar diarrea e incontinencia en algunas personas. Algunas personas presentan diarrea después de consumir productos lácteos, debido a que son incapaces de digerir la lactosa, un azúcar que se encuentra en la mayoría de estos productos. Algunos aditivos alimenticios, como la nuez moscada y el sorbitol, pueden ocasionar diarrea en ciertas personas.

    Agregar volumen a la dieta le puede dar más consistencia a las heces y disminuir su cantidad. De igual manera, incrementar la fibra (30 gramos diarios) proveniente de granos integrales y del salvado le puede agregar volumen a la dieta. Los productos que contienen psyllium o ispágula, como el Metamucil, también pueden agregarle volumen a las heces.

    La alimentación con leche maternizada (fórmula) por medio de sonda suele causar diarrea e incontinencia intestinal, en cuyo caso se debe consultar con un médico o un dietista. Es posible que haya que modificar la frecuencia de la alimentación o que sea necesario agregar agentes formadores de masa a la fórmula.

    Medicamentos

    En personas que sufren de incontinencia intestinal debido a la diarrea, se pueden utilizar medicamentos, como loperamida (Imodium), para controlar esta última y mejorar la incontinencia.

    Otros medicamentos antidiarréicos abarcan fármacos anticolinérgicos (belladona o atropina), los cuales disminuyen las secreciones intestinales y la motilidad intestinal. Los derivados del opio (elixir paregórico o codeína) o el difenoxilato (lomotil) al igual que la loperamida (Imodium) incrementan el tono muscular y disminuyen la motilidad intestinal.

    Otros medicamentos utilizados para controlar la incontinencia intestinal abarcan fármacos que reducen el contenido de agua en las heces (carbón activado o Kaopectate) o que absorben líquidos y le añaden volumen a éstas (Metamucil).

    Evaluación de los medicamentos

    Revise con el médico todos los medicamentos que toma, pues algunos fármacos pueden ocasionar o incrementar la incontinencia intestinal, especialmente en las personas mayores. Estos medicamentos abarcan:

  • Antiácidos
  • Laxantes
  • Otras terapias

    Si usted tiene incontinencia fecal frecuente, puede utilizar dispositivos para la recolección de heces especiales con el fin de contener las heces y proteger la piel. Estos dispositivos constan de una bolsa drenable unida a una oblea adhesiva, la cual tiene un agujero en el centro que se ajusta al orificio anal.

    La mayoría de las personas que sufren de incontinencia intestinal debido a la falta de control del esfínter o por disminución de la capacidad de reconocer la urgencia de defecar pueden beneficiarse de un programa de reentrenamiento intestinal y de terapias de ejercicios para ayudar a restaurar el tono muscular normal.

    Se debe tener un cuidado especial en el mantenimiento del control de las evacuaciones en personas cuya capacidad para reconocer la necesidad de defecar ha disminuido o que tienen problemas de movilidad, que les impiden utilizar el inodoro en forma segura e independiente. A estas personas se las debe ayudar a usar el inodoro después de las comidas y colaborar con ellas oportunamente para llegar allí si tienen una urgencia de defecar.

    Si las necesidades de ir al inodoro con frecuencia no reciben respuesta, se puede desarrollar un patrón de refuerzo negativo. En este caso, las personas ya no toman las acciones correctas cuando sienten la urgencia de tener una defecación.

    Cirugía

    Las personas que tienen incontinencia intestinal que continúa incluso con tratamiento médico pueden beneficiarse de una intervención quirúrgica para corregir el problema. Existen algunas opciones diferentes. La selección de la cirugía se basa en la causa de la incontinencia intestinal y en la salud general de la persona.

    Reparación del esfínter rectal

    Se lleva a cabo en personas cuyo anillo muscular rectal (esfínter) no está funcionando bien, producto de una lesión o de la edad. El procedimiento consiste en volver a unir los músculos rectales para tensionar el esfínter y ayudar a que el ano cierre de manera más completa.

    Transplante del músculo recto interno

    En personas que tienen una pérdida de la función nerviosa en el esfínter anal, se pueden realizar trasplantes del músculo recto interno para restaurar el control intestinal. Este músculo se toma de la cara interna del muslo y se coloca alrededor del esfínter para proporcionarle tono muscular.

    Esfínter intestinal artificial

    Algunos pacientes se pueden tratar con un esfínter intestinal artificial, el cual consta de tres partes: un manguito de presión que se ajusta alrededor del ano, un globo regulador de presión y una bomba que infla el manguito de presión.

    El esfínter artificial se implanta quirúrgicamente alrededor del esfínter anal y el manguito de presión permanece inflado para mantener la continencia. Uno evacua desinflando el manguito de presión y éste se volverá a inflar de forma automática en 10 minutos.

    Desviación fecal

    Algunas veces, se lleva a cabo una desviación fecal para las personas a quienes otras terapias no les pueden ayudar. El intestino grueso se conecta a una abertura en la pared abdominal llamada colostomía y las heces pasan a través de esta abertura hacia una bolsa especial. Usted necesitará usar una bolsa de colostomía para recoger las heces la mayor parte del tiempo.